Cómo aumentar mi autoestima

Hace una semana tuve oportunidad de asistir a una charla que impartía la coach Txell Parareda. Se trataba de una pequeña ponencia dirigida principalmente a mujeres, sobre cómo mejorar la confianza en una misma. TE.MA.ZO.

En esta charla, Txell planteaba distintas preguntas para que reflexionáramos sobre este tema como p.ej.: “Si tuvieras más confianza en ti misma, ¿qué te atreverías a hacer?”. Al final de este post, tienes una sorpresa.

No sé tu caso pero en el mío, el tema de la seguridad en mi misma, la autoestima, la autoconfianza.. siempre han sido aspectos importantes a trabajar.

Por lo que dicen las expertas, algo que influye en gran medida en este aspecto son las creencias limitantes. Esas frases que nos decimos en nuestro diálogo interno, que son opiniones que consideramos ciertas y que no nos dejan avanzar o tomar el camino que dicta nuestro corazón. Suelen originarse o bien en la niñez (a menudo estas creencias están arraigadas en el linaje familiar) o a partir de experiencias que vivimos con personas a las que consideramos de autoridad para nosotras. Las consideramos tan ciertas que cuando identificamos que aquello tan cierto resultó ser una construcción mental y subjetiva y que puede ser rebatida, nos descolocamos (para bien).

Cuando conocemos que las creencias limitantes existen y que, justamente, por ser subjetivas y limitantes, nos iría mejor si no les hiciéramos mucho caso, poder identificarlas ya es un gran paso. Ejemplos de creencias limitantes serían frases que empiecen con “no puedo..”, “no sirvo para..”, “es difícil hacer..”, “no merezco..”. Y las podemos reconocer, a grandes rasgos, por ser aquellas frases que nos decimos y que impiden que hagamos aquello que deseamos.

Al ser creencias que, de algún modo, limitan nuestra libertad y condicionan nuestra manera de relacionarnos con nosotras mismas y nuestro entorno, están ligadas directamente a nuestra falta de autoconfianza. De modo que estas creencias pueden suponer tanto un síntoma como una causa de dicha carencia.

Para trabajar hacia una mayor autoestima, Txell nos proponía una serie de acciones, de entre las cuales, 3 me llamaron la atención:

1. Agradece cada día algo de tu vida. Varias veces ya, he hablado sobre cómo la filosofía del Yoga postula que una de las bases del aspirante yóguico es cultivar “santosha” (que en español solemos traducir como “contentamiento”). Pero, ¿cómo hacerlo cuando uno se siente insatisfecho, triste o desesperanzado?.

Cuando a uno de mis referentes en Yoga le pregunté una vez, “Andreiji, ¿cómo podemos lograr el contentamiento?”, Andrei contestó, “practicando la gratitud”. Así que no sólo lo dice la coach sino también el maestro Andrei Ram o el refranero popular, ejercitar el músculo de la gratitud nos lleva a una vida más satisfactoria.

2. Rodéate de personas vitamina. Aquí también Txell y el refranero popular coinciden (“dime con quién andas y te diré..”) y, una vez más, el Yoga, que, a pesar de ser una práctica individual, practicarla (sea con posturas, canto, diálogo sobre enseñanzas o meditación) en compañía, nos aporta mucho más.

Marián Rojas Estapé en “Cómo hacer que te pasen cosas buenas” define a las personas “vitamina” como aquellas capaces de devolvernos la alegría de vivir. Personas buenas, alegres, con intenciones sanas, que fomentan y enriquecen nuestro equilibrio interior.

3. Ten, regularmente, una cita contigo. A poder ser, diariamente. ¿Cómo? Puede ser un baño de espuma (ojo, que el planeta no está para muchos baños..) pero también un ratito de meditación, de journaling o de Yoga.

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Por excusas o, mejor dicho, creencias limitantes que no sea! Jaja

Para inspirarnos más con el tema y encontrar pistas sobre cómo aumentar mi autoestima, invité a Txell a una charla en Instagram donde nos habló de estos y más consejos. Aquí tienes la grabación de esta entrevista en formato podcast, que espero que te inspire tanto como a mí: